
Este domingo, Santiago despide con pesar a dos figuras emblemáticas de la comunicación dominicana, José Miguel Román, conocido como «El Cafre», y Henry Andrés Almonte. Ambos locutores fallecieron trágicamente en un accidente de tránsito en Cabirmota, La Vega, en la madrugada del sábado. Sus restos están siendo velados en diferentes funerarias de la ciudad, donde amigos, familiares y personalidades del ámbito artístico y comunicativo se han congregado para rendir homenaje a sus vidas y legados.
Velatorios en Santiago
El velatorio de «El Cafre» tiene lugar en la funeraria Blandino, mientras que los restos de Henry Almonte se encuentran en la funeraria Savica. Estas ceremonias han reunido a representantes de gremios, como el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), la Asociación de Locutores de Santiago (ALS) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), quienes expresaron profundas palabras de admiración y respeto hacia ambos comunicadores.
Un Legado que Inspirará Generaciones
Águeda Alejo, presidenta de la ALS, destacó el impacto de estas figuras, señalando que su partida deja un vacío inmenso en el ámbito de la comunicación.
Artistas y productores reconocieron la influencia de «El Cafre» en la radio dominicana, especialmente como pionero en formatos innovadores, mientras que el legado de Henry Almonte brilló en su papel como promotor artístico, apoyando a talentos emergentes.
Comunicados Oficiales y Reconocimientos
Gremios y asociaciones emitieron notas de duelo en honor a los locutores fallecidos. Juan Carlos Bisonó, secretario general del CDP en Santiago, afirmó que José Miguel Román marcó un hito en la locución dominicana, mientras que Henry Almonte será recordado como un visionario en la producción artística.
Detalles de los Sepelios
- Los restos de José Miguel Román serán sepultados este domingo a las 3:00 p.m. en el cementerio de la calle 30 de marzo.
- Henry Almonte recibirá su último adiós en el cementerio municipal del sector El Ingenio.
El ambiente en las funerarias refleja un profundo sentimiento de consternación, pero también gratitud por el legado imborrable que ambos dejaron en el mundo de la comunicación.








